Cuidadoso con el entorno y el desorden en el suelo, arrastrándose hacia el objetivo, buscando una oportunidad. O golpea con saña y somete al objetivo con violencia. Con feos deseos y el hedor de la malicia, acechando en las calles oscuras de la noche a la espera de presas. Luego comience la siguiente. Después de capturar al objetivo y ponerlo en su propia guarida con una variedad de accesorios y posturas, seducción o tortura, para que la presa finalmente sucumba al cuerpo y la mente para dar.
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